Pequeños hábitos para empezar el camino de la salud consciente

A continuación, te comparto pequeños pasos que te ayudarán a transitar el camino para mejorar tu salud en varios aspectos de tu vida:


Hábitos alimenticios

  • Siéntate para comer: Tómate el tiempo para reducir la velocidad cuando comes y así, apoyar la digestión y disfrutar con atención plena.
  • Comienza con la ensalada: Al servir la comida, pon las verduras y la ensalada en su plato de primeras. Trata de consumir vegetales en todas las comidas durante el día para aumentar su consumo.
  • Lleva siempre una botella con agua: Si tienes agua a la mano, es más probable que la bebas y así, aumente la hidratación de tu cuerpo.
  • Expresa gratitud: Aumenta el placer apreciando y agradeciendo cada comida que tienes en tu plato.

 

Hábitos para las relaciones

  • Programa una cita telefónica semanal: Puede ser una cita telefónica regular con la misma persona o con una persona diferente a una hora diferente cada semana. De cualquier manera, estás fortaleciendo las relaciones.
  • Comparte tu día: Al final de cada día, elige a alguien cercano a ti y dedícale unos minutos a intercambiar historias sobre sus días.
  • Ayuda: Ya sea como voluntario o ayudando a alguien a que pase la calle, trata de ayudar al menos a una persona cada día. Incluso las pequeñas ofrendas son significativas.
  • Escucha atentamente: Presta toda tu atención a las personas y practica escuchar más de lo que hablas.

 

Hábitos para el cuidado personal

  • Ten una rutina regular de uso de hilo dental: Usar hilo dental es una manera fácil y significativa de mejorar la higiene bucal, y solo toma unos minutos cada noche.
  • Prioriza el descanso: En lugar de encajar en un horario ajeno, duerme cuando puedas, las veces que puedas. Establece un objetivo de sueño (por ejemplo, 7 horas) y trata de cumplirlo.
  • Aumenta la circulación: Frota todo el cuerpo con un paño húmedo y tibio por la mañana y/o por la noche. También puedes hacer cepillado en seco en todo tu cuerpo antes de bañarte.
  • Relájate y recarga: Abraza el tiempo de tranquilidad. Acuéstate, respira profundo unas cuantas veces. También puedes meditar, rezar o escuchar música; cualquier actividad que disfrutes y logre bajar el ritmo del día

 

Hábitos para una mentalidad saludable

  • Ríe más: Ponte a prueba para tomarte a ti mismo a la ligera, elige actividades divertidas y pasa más tiempo con personas que te hagan reír.
  • Reemplaza «debería» por «podría»: Cuando surja un diálogo interno negativo, cambia el «debería» por el «podría». Elige empoderarte a ti mismo en lugar de menospreciarte.
  • Di una afirmación diaria: Escribe una declaración de empoderamiento y póngala donde la vea todos los días. Di la afirmación cada mañana y/o noche.
  • Toma un descanso: Cuando te sientas estresado o abrumado, oblígate a detenerte y respirar profundamente, o beber un poco de agua.

 

Hábitos para el movimiento

  • Trata de caminar por lo menos 10 minutos al día: Mantén la meta fácil de lograr, luego auméntala cuando estés listo.
  • Ponte de pie cada 30-60 minutos: Haz que la sangre fluya regularmente. Pon un temporizador si te ayuda.
  • Busca pequeñas oportunidades para exprimir más movimiento en tu día: Usa las escaleras en lugar del ascensor, bájate del autobús o el metro una parada antes, o estacione más lejos de su destino.
  • Regístrate en algo nuevo: Ponte a prueba para probar una nueva actividad. No tienes que volver a hacerlo nunca más si no lo disfrutas, pero es posible que te sorprendas y encuentres un nuevo pasatiempo que te encante.

 

Hábitos para la armonización de espacios

  • Haz la cama todas las mañanas: Hazlo tan pronto como te levantes de la cama. Esta es una forma muy sencilla de empezar el día de forma positiva y proactiva.
  • Compra una planta: Ya sea que no tengas plantas o tengas muchas, agrega un poco más de oxígeno y vida a un área de tu hogar que se beneficiaría.
  • Apaga los aparatos electrónicos temprano: Trata de apagar todos los dispositivos electrónicos (teléfono, computadora, TV) al menos 30 minutos antes de acostarse para promover un sueño más reparador.
  • Organiza tu espacio de trabajo: Mantener tu espacio organizado puede aumentar la productividad y hacer que el trabajo sea más agradable. Dedica cinco minutos cada día a organizar hasta que el espacio sea de su agrado.

 

Si comienzas introduciendo algunos de ellos, con el tiempo notarás que el hábito se empieza a adherir y los resultados se verán reflejados en tu bienestar.

 

 

¡Buena suerte!